Brandon Valdés, boxeador barranquillero.
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Hansel Vásquez.

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Brandon ‘La Maravilla’ Valdés, un boxeador que pega con su gran ambición

Tras una nueva corona nacional se prepara para su primer mundial.

 

 

Haciéndole fintas a las invitaciones dañinas de las malas amistades, esquivando las trampas del vicio de la droga, negándose a caer en las cercanas tentaciones de la delincuencia, el boxeador barranquillero Brandon Valdés logró afianzarse dentro de las categorías juveniles del boxeo colombiano, donde ostenta el título de campeón de los 56 kilogramos.

Brandon Valdés, de 16 años, lleva cinco años imponiendo su categoría en los ensogados nacionales. El púgil se ha paseado por los diferentes campeonatos de Colombia haciendo gala de su velocidad, técnica y precisión para asestar golpes.

Sin embargo, su mayor rival ha sido la vida misma y la sombra de la del mal camino, a la cual ha logrado noquear.

“Vivo en Villa del Carmen, en Soledad. Es un barrio donde se ve la droga. No falta el amigo que te ofrece el vicio, o que te quiere llevar a hacer cosas malas”, comentó.

Brandon al lado de sus pares, Fabiola y Edwin.

Desde los cinco años, Brandon recuerda que le gustaba la pelea.

“Siempre estaba peleando por las calles del barrio, eso era lo que me gustaba”.

Un día, el destino quiso que la solución a su agresividad fuera la puerta de entrada a un destino prometedor.

“El esposo de mi hermana es boxeador profesional, Deivis Pérez. Un día me llevó a entrenar. Tenía nueve años”. Desde ese día no salió más del cuadrilátero.

Cada golpe que da Brandon va cargado con algo más que la potencia de sus músculos. Él sabe que sus jabs y ganchos han impulsado una revolución en su familia.

“Recuerdo que hace cuatro años, cuando quedé campeón, fui a llevarle la medalla a mi papá. Él estaba preso, en la Penitenciaria de El Bosque”.

Ediwn Valdés encontró en la medalla de oro de su hijo el resplandor que le hacía falta para abandonar la oscura vida que llevaba.

“Cuando me llevó la medalla yo sentí algo inexplicable en el corazón. Una emoción que casi no me dejó respirar. Por eso decidí cambiar mi vida”, comentó un arrepentido fletero, que hoy cumple condena con el beneficio de casa por cárcel.

Los triunfos de Brandon son la inspiración de Edwin para cambiar su vida.

El tiempo tras las rejas de su padre fue especialmente duro para Brandon.

“Siempre me acompañaba y me repetía que no me desanimara. Cuando estuvo preso me hizo falta. Porque mi mamá acababa de salir de la cárcel en esa época y el que nos tenía era él”.

Fabiola Daza, la madre del boxeador, también incurrió en la delincuencia en medio del desespero propio de la falta de oportunidades.

“Yo estuve presa por fletera. Fueron seis meses. Tuve una vida llena de privaciones. No quería que mis hijos supieran lo que era una navidad sin regalos. O un cumpleaños sin poder vivir una fiesta. Hoy en día verlo hasta donde ha llegado me llena de orgullo”, aseguró la mujer, que tiene en sus piernas las marcas de un accidente en motocicleta, producto de sus años en la delincuencia.

Brandon siente que cada que se sube al ring lo hace llevando en sus espaldas la responsabilidad del destino de su familia.

“No quiero que mis papas vuelvan a esa vida. Soy el tercero de cuatro hijos y a mis hermanos también los quiero ayudar. Cuando sea campeón les voy a dar una casa a mis papas”, se comprometió.

La familia Váldes Daza esta orgullosa de su campeón.

Valdés, quien ya aspira transformarse en campeón mundial de boxeo profesional, tiene escogido su apodo para cuando salte a los tinglados de las grandes promotoras mundiales.

“Espero que me digan Brandon ‘Maravilla’ Valdés. Pero por ahora lo que quiero ahora es seguir representando al Atlántico. Mi meta es poder mantener la humildad de mi barrio. Quiero que mi título sea para mis vecinos”, sostuvo.

Mirándose en los espejos de Jhonatan ‘Momo’ Romero y Floyd Mayweather Jr. para pulir su estilo de boxeo, Brandon enfila sus guantes  para su primera salida fuera del país: el campeonato mundial de Rusia.

“Ojalá Dios me dé viva para ver a mi hijo campeón mundial. Espero pagar mi condena para poder ir a verlo pelear. Quiero algún día dar mi testimonio en la iglesia, porque ahora me convertí en cristiano”, relató Edwin.

Con sus victorias, Brandon busca llegar al campeonato mundial.

Mientras que los puños de la ‘Maravilla’ acercan más a sus padres a Dios,  Bradon ambiciona entrar al Ciclo Olímpico.

Así empezar su fogueo con la elite y poder aterrizar, más temprano que otra cosa, en el profesionalismo y buscar encausar un título que muy pocos no le darían: el de campeón de la vida.

 

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